En Clínica Dr. Roberto Orellana sabemos la importancia del diagnóstico temprano y a tiempo, es por ello que no abandonamos la práctica de la Medicina General, que es la encargada de ser la primera línea de choque de todas las patologías o enfermedades en general. Abordamos la mayoría de las patologías generales de forma multidisciplinaria ya que trabajamos de la mano con muchos colegas especialistas en sus respectivas áreas, a los que derivamos los casos que necesiten un tratamiento mas integrado y especializado. Nuestra visión es «la prevención» de forma oportuna y rápida sobre cualquier padecimiento en sus etapas iniciales, así como realizar un diagnóstico temprano y acertado para evaluar las diferentes alternativas de tratamiento, y en casos donde las enfermedades requieren tratamiento especializado tratamos de referir lo más temprano posible. Trabajamos de la mano con colegas Gastroenterólogos, Cirujanos, Médicos Internos, Otorrinolaringólogos, Neumólogos, Cardiólogos, Ortopedas y muchas especialidades más.

Por lo que si desea conocer un diagnóstico temprano y adecuado, puede visitarnos para no perder más tiempo y poder prescribirle un tratamiento o derivarle a un especialista en su respectivo campo para que de forma multidisciplinaria podamos brindarle la mejor respuesta posible. Cabe mencionar que El Dr. Orellana tiene mucha experiencia en el Diagnóstico Médico, ya que en sus años de estudio en España, adquirió mucho conocimiento en dicho campo. Así mismo, también desarrolló por más de 12 años la consulta externa general en el Sistema de Salud Empresarial del Seguro Social (ISSS).

Metodología de atención en nuestra clínica:

• Hacer cita para Consulta General. 
• Presentarse a Consulta el día de su cita.
• Establecer un Diagnóstico mediante examen físico y/o pruebas clínicas analíticas.
• Reafirmar diagnóstico al entregar las pruebas realizadas.
• Brindar tratamiento temprano en propia clínica si las conclusiones del caso lo ameritan.
• En caso de tratarse de una enfermedad compleja se derivará al medico especialista correspondiente para su adecuado control y manejo.
• El Dr. Orellana sigue el caso de cada paciente referido, hasta que el abordaje terapéutico esté establecido y el paciente se encuentre a cargo de la especialidad correcta que lo tiene que tratar. Así como de su contrarreferencia. 

Enfermedades Infecciosas

Las enfermedades infecciosas son trastornos causados por la invasión de microorganismos patógenos, como bacterias, virus, hongos y parásitos, que alteran el funcionamiento normal del organismo. Estos patógenos pueden transmitirse de una persona a otra o de un animal a un humano (zoonosis), a través de fluidos corporales, el aire, el agua, alimentos contaminados o por vectores (como mosquitos).

Clasificación de las Enfermedades Infecciosas

1. Bacterianas: Provocadas por bacterias patógenas. Ejemplos incluyen la tuberculosis, la neumonía bacteriana y las infecciones del tracto urinario.
2. Virales: Causadas por virus. Ejemplos incluyen la gripe, el VIH/SIDA, la hepatitis y la COVID-19.
3. Fúngicas: Provocadas por hongos. Ejemplos incluyen la candidiasis y la aspergilosis.
4. Parasitarias: Causadas por parásitos. Ejemplos incluyen la malaria, la toxoplasmosis y la leishmaniasis.

Abordajes y Tratamientos

El tratamiento de las enfermedades infecciosas depende del tipo de patógeno involucrado, la gravedad de la infección, el estado inmunológico del paciente y otros factores relacionados. Los enfoques más comunes incluyen:

1. Antibióticos (para infecciones bacterianas):

• Los antibióticos son medicamentos diseñados para matar o inhibir el crecimiento de bacterias. Su uso está indicado exclusivamente para infecciones bacterianas, como la neumonía, las infecciones del tracto urinario y la tuberculosis.
• Es fundamental que los antibióticos sean prescritos adecuadamente, ya que el uso indebido o excesivo puede generar resistencias bacterianas, lo que hace que las infecciones sean más difíciles de tratar.

2. Antivirales (para infecciones virales):

• Los antivirales actúan específicamente contra virus. Algunos antivirales son efectivos en el tratamiento de infecciones como la gripe (oseltamivir), el VIH (inhibidores de la transcriptasa inversa, inhibidores de proteasas) y la hepatitis C (sofobuvir, ledipasvir).
• Es importante destacar que los antivirales no son efectivos contra infecciones bacterianas o fúngicas.

3. Antimicóticos (para infecciones fúngicas):

• Los antifúngicos, como el fluconazol o la anfotericina B, se utilizan para tratar infecciones causadas por hongos. Estas incluyen infecciones superficiales como la tiña o la candidiasis, así como infecciones sistémicas graves, como la aspergilosis.

4. Antiprotozoarios y antiparasitarios (para infecciones parasitarias):

• El tratamiento de infecciones parasitarias depende del tipo de parásito involucrado. Medicamentos como la cloroquina se usan para la malaria, mientras que el albendazol o el metronidazol se utilizan para tratar infecciones por lombrices o amebas, respectivamente.
• Además de los medicamentos, en algunos casos se requieren intervenciones quirúrgicas o procedimientos para eliminar parásitos de órganos internos.

5. Vacunas:

• Las vacunas son un pilar fundamental en la prevención de infecciones. Funcionan estimulando al sistema inmune para que produzca defensas (anticuerpos) contra un patógeno específico sin causar la enfermedad. Ejemplos incluyen las vacunas contra la varicela, el sarampión, la hepatitis B, el rotavirus, y la reciente vacuna contra la COVID-19.
• Las vacunas no solo protegen a las personas vacunadas, sino que también contribuyen a la inmunidad colectiva o de rebaño, reduciendo la propagación de la infección.

6. Tratamientos de Soporte:

• En muchos casos de infecciones graves, los tratamientos de soporte son esenciales. Estos incluyen la administración de líquidos intravenosos, analgésicos, antipiréticos (para controlar la fiebre) y, en algunos casos, oxigenoterapia.
• El tratamiento de soporte también puede incluir medidas para controlar complicaciones asociadas con la infección, como insuficiencia respiratoria o renal.

7. Prevención y Control de Infecciones:

• La prevención de enfermedades infecciosas se centra en prácticas higiénicas adecuadas, como el lavado frecuente de manos, el uso de mascarillas en caso de infecciones respiratorias, la desinfección de superficies y la administración de vacunas.
• Las medidas de control también implican la educación sanitaria, la cuarentena en ciertos casos (por ejemplo, en brotes epidémicos), y el seguimiento de protocolos de salud pública, como el rastreo de contactos y la restricción de viajes en casos de enfermedades altamente contagiosas.