La onicocriptosis, también conocida como uña encarnada, es una condición en la que los bordes de una uña (generalmente del dedo del pie) crecen hacia dentro de la piel circundante, provocando dolor, inflamación e, incluso, infección en la zona afectada.

Causas de la onicocriptosis:

• Corte incorrecto de las uñas: Cortar las uñas demasiado cortas o en forma redondeada puede hacer que los bordes de la uña se claven en la piel.
• Uso de calzado inapropiado: Zapatos demasiado ajustados o de punta estrecha pueden ejercer presión sobre las uñas, favoreciendo que crezcan hacia la piel.
• Traumatismos repetidos: Golpes o presiones constantes sobre la uña también pueden causar que esta crezca hacia la piel.
• Factores genéticos: Algunas personas tienen una predisposición genética a desarrollar onicocriptosis debido a la forma de sus uñas o el grosor de la piel alrededor de ellas.
• Higiene inadecuada o infecciones: Las infecciones bacterianas o fúngicas pueden afectar la uña y contribuir a que esta crezca de manera anómala.

Síntomas:

• Dolor en la zona afectada, especialmente al caminar o al aplicar presión.
• Enrojecimiento e inflamación alrededor de la uña.
• Posible presencia de pus si hay infección.
• Sensibilidad aumentada en la zona afectada.

El tratamiento depende de la severidad del caso:

1. Cuidado conservador:

• Remojar el pie en agua tibia con sal o jabón neutro varias veces al día para reducir la inflamación y el dolor.
• Usar zapatos cómodos y amplios que no ejerzan presión sobre la uña afectada.
• Aplicar antibióticos tópicos si hay signos de infección.

2. Tratamiento quirúrgico:

   • En casos más graves o recurrentes, se puede realizar una intervención quirúrgica para retirar parcial o totalmente la parte de la uña que está incrustada en la piel. Este procedimiento es comúnmente conocido como exéresis de uña. A veces, se puede aplicar un tratamiento para prevenir el crecimiento de la parte de la uña que causaba el problema.

Prevención:

• Cortar las uñas de los pies de forma recta, evitando cortar los bordes de manera excesiva.
• Usar calzado cómodo y adecuado que no apriete los dedos.
• Mantener una buena higiene en los pies para evitar infecciones.
• Evitar traumatismos repetidos en los dedos de los pies.